12/10/2013

La Cenicienta

El fin de semana pasado me subí al tanque de agua para fotografiar la hermosa conjunción de la Luna, Mercurio y Saturno. En este blog somos fans de las conjunciones planetarias, así que no me la podía perder. Bastante más alto lucía brillantísimo Venus. Así se veía el conjunto. Click en la foto para verla más grande, vale la pena.


Mercurio está arriba y a la izquierda de la Luna, y Saturno a la derecha. La Luna tenía apenas dos días de creciente, así que era delgadísima. El atardecer era espléndido, así que me quedé un buen rato encaramado, esperando que el conjunto bajara sobre los cerros, para poder sacar esta otra foto:


Me encanta. Parece una carita sonriente. Además vemos, en la Luna, la parte nocturna, la parte no iluminada por el Sol. Esta luz cenicienta es preciosa cuando la Luna tiene no más de 3 días alrededor de la luna nueva. También es luz del Sol, como la que ilumina la parte brillante. Pero no directa: es la luz reflejada por la Tierra. Las fases de la Luna y de la Tierra son opuestas, así que cuando en la Tierra vemos la Luna cerca de la fase nueva, desde la Luna la Tierra se ve casi llena, y muy brillante. Esa luz ilumina la noche lunar, y vemos su reflejo. El fenómeno fue explicado satisfactoriamente por primera vez por Leonardo da Vinci. En inglés dicen que es "la luna nueva en brazos de la vieja".

Ya era casi de noche cuando tomé esta foto, y se veían las estrellas. Así que aproveché para toma esta otra, con Escorpio a la izquierda (y Venus) y Ofiuco, el Encantador de Serpientes, ocupando la mayor parte del campo. Quise tomarla porque ahí, donde marqué, está Voyager 1, a 126 unidades astronómicas de nosotros, unos increíbles 19 mil millones de kilómetros, escapándose del Sol.


Quería tomar esta foto (aunque naturalmente Voyager no se ve) porque la sonda estuvo recientemente en las noticias: según mediciones realizadas recientemente, Voyager 1 se encuentra desde hace un año en el espacio interestelar. ¿Qué es esto? Bueno, si uno empieza a alejarse de una estrella, al principio permanece dentro de su viento estelar, una tenue corriente de materia que las estrellas expulsan y que forma una especie de burbuja a su alrededor. Esta burbuja no se diluye lentamente fusionándose con las de las demás estrellas, sino que se acaba de golpe, en una transición brusca a partir de donde comienza el medio interestelar. Esa frontera es la que atravesó Voyager 1. Esto no es lo mismo que haber "salido del sistema solar" que es lo que lamentablemente reprodujeron todos los medios periodísticos a pesar de que no estaba dicho en la comunicación oficial, y que no significa nada. De hecho millones de cometas del sistema solar están aún más lejos, en órbita alrededor del Sol. Pero es un evento destacable. Yo escribí sobre el asunto un año antes todavía, ya que era inminente. La nota está acá, y los invito a revisarla, incluyendo una sencilla demostración casera de la frontera que cruzó la Viajera. Sólo agregaré que la estrella ζ (dseta) Ophiuchi con la que está ilustrada esa nota también está en la foto.

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